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LA SERIE
El espacio domestico y mi relación con él ha sido siempre un tema recurrente en todos mis trabajos. También lo ha sido la constante alusión al espacio natural.
La búsqueda de pequeñas naturalezas dentro del hogar como símbolo de una domesticidad dañada fue mi punto de partida.
La casa, asociada a la idea romántica de bienestar, confort o protección, se ve interrumpida por una circunstancia que la pone patas arriba.
Un hecho que, al igual que un fenómeno atmosférico en la naturaleza, se mete en nuestro hogar de forma repentina e incontrolable y lo convierte en un lugar inseguro, inhóspito y anulador. Nuestra casa se convierte en un espacio agresivo sobre el que perdemos el control. Somos nosotros quienes le pertenecemos y no ella a nosotros.
A nivel formal todo esto se traduce en una serie de obras, mayoritariamente ensamblajes, donde a partir del juego como forma de trabajo y del libro como elemento domestico de pretexto, creo estas “naturalezas domesticas”. Libros que se retuercen, entremezclan, que se revelan y se expanden creando unos movimientos y formas propios de lo natural.
Es mi forma de representar las tormentas, huracanes o tempestades que vivimos en la intimidad y en la soledad de nuestra casa.
La casa se revela y yo me entrego a ella.